Buscar lo mejor.
La palabra emprendedor no puede quedar secuestrada por el mundo de la empresa. Durante el tiempo en que un alumno completa su educación obligatoria
y su formación inicial profesional, todo aquello que vive en la escuela es un
entrenamiento real para la vida, y su experiencia de convivencia con los otros, desde el respeto a las diferencias, la solidaridad y el compromiso activo para encontrar lo mejor en cada momento, es clave para educar su carácter y prepararle
para la vida adulta.
Los proyectos de emprendimiento que están vinculados a la
transformación social y el compromiso ético con una sociedad justa, solidaria y
pacífica no sólo les preparan para ser autónomos y tener iniciativa propia, sino
que son una inversión social para construir un futuro mejor para todos.
Los programas y proyectos para fomentar el emprendimiento nacen en círculos
comprometidos de maneras diversas con la innovación y el cambio escolar. Los
centros educativos abiertos a la búsqueda de nuevos modos de responder a los
desafíos educativos del futuro son más proclives a generar espacios para iniciativas ambiciosas y creativas como las que vemos en este contexto. Estas iniciativas, llevadas a cabo y evaluadas con rigor, sirven a la vez como revulsivo
para cuestionar la resistencia al cambio que todavía sigue muy presente en muchos círculos. Así, aprender a emprender descansa en las escuelas innovadoras
y empuja a la vez a explorar nuevos caminos a las que no lo son.
![Binoculares, Buscando, Hombre](https://cdn.pixabay.com/photo/2016/02/19/10/00/binoculars-1209011__340.jpg)