jueves, 16 de julio de 2020

Podemos definirla.

 ¿Podemos definirla?.


En los documentos marco sobre competencias encontramos varias definiciones de la competencia de emprender en sus diversas acepciones. El Proyecto DeSeCo habla de la competencia de actuar de manera autónoma que define como «la capacidad de los individuos para controlar su vida de forma responsable y con sentido, ejerciendo un grado de control sobre sus condiciones de vida y de trabajo». Es necesario que el individuo desarrolle su identidad personal estableciendo un sistema de valores propio y reflexionando sobre ellos y la coherencia con sus acciones. 

Esta competencia se divide en tres ejes: habilidad para actuar dentro del gran esquema, habilidad de formar y conducir planes de vida y proyectos personales y habilidad de afirmar derechos, intereses, límites y necesidades. En el documento de «Recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo» sobre las competencias clave para el aprendizaje permanente (Bruselas, 2005), la competencia se nombra como espíritu de empresa. Se define como «la habilidad de la persona para transformar las ideas en actos. 
Está relacionado con la creatividad, la innovación y la asunción de riesgos, así como con la habilidad para planificar y gestionar proyectos con el fin de alcanzar objetivos. En esta competencia se apoyan todas las personas en la vida cotidiana, en casa y en la sociedad (los asalariados al ser conscientes del contexto en el que se desarrolla su trabajo y ser capaces de aprovechar las oportunidades), y es el cimiento de otras capacidades y conocimientos más específicos que precisan los empresarios al establecer una actividad social o comercial». 

Si buscamos la definición de empresa en la Real Academia Española nos encontramos como primera acepción con «acción o tarea que entraña dificultad y cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo». Por lo tanto, en su origen, las palabras empresa y emprendedor no estaban necesariamente ligadas al mundo empresarial; sin embargo, los términos «empresa» y «empresario» fueron absorbidos por el mundo económico, a partir del siglo xviii, posiblemente por la extraordinaria pujanza de la economía y la industria.

Incógnito, La Navegación Privada

No hay comentarios.:

Publicar un comentario