lunes, 22 de junio de 2020

Apostar por las competencias.

 Apostar por las competencias.


El currículo formal de las diferentes etapas educativas tiene un papel importante en la configuración de las estructuras para el aprendizaje. A pesar de que el currículo no formal y el informal, esto es, todo lo que hoy un alumno puede aprender fuera del aula o de la dirección explícita del educador, tienen mucho más peso y eficacia, podemos intervenir con mayor eficacia sólo en la definición de lo que hacemos en clase. 

Proponer el currículo no sólo con un listado de contenidos a enseñar, sino también describiendo las competencias que el alumno debe adquirir, es una oportunidad educativa para estimular todos los aspectos de la personalidad. Entre las competencias, aquellas que tienen un carácter más axiológico y que no están vinculadas a los aprendizajes instrumentales, fomentan de manera especial el talento emprendedor de los alumnos. Las programaciones que recogen de forma sistemática ambos aspectos y los desarrollan con metodologías adecuadas preparan a los alumnos mejor para los desafíos de la vida real.

En la etapa de primaria, en que el maestro imparte varias materias, la posibilidad de realizar proyectos globalizados que incluyan aspectos curriculares de todas las asignaturas es fácil y eficaz. Debemos valorar el impacto de la existencia de una asignatura de carácter obligatorio en secundaria, teniendo en cuenta que su éxito dependerá de la implicación del profesorado que la imparta, su preparación y el prestigio y relevancia que adquiera en el currículo. 

También necesitamos una reforma de la Formación Profesional que nos lleve a extender como fundamentales todas estas experiencias, creando en pocos años un sistema totalmente nuevo.


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