Desarrollo de productos.
En la segunda etapa, desarrollo de productos, todo el mundo deja de hablar y empieza a
trabajar. Cada departamento se va a su rincón de pensar porque la empresa comienza a
especializarse por funciones. Marketing afina el tamaño del mercado definido en el plan de
negocio y comienza a apuntar a los clientes seleccionados en primer lugar.
En una startup
bien organizada (una con inclinación hacia los procesos) la gente de marketing puede incluso
ejecutar un grupo de discusión o dos sobre el mercado en el que piensan que están y trabajan
con los jefes de producto en un Documento de Requerimientos del Mercado o DRM (Market
Requirements Document, MRD) para ingenierÃa, que especifica las caracterÃsticas y
funcionalidades finales del producto. Marketing empieza a construir una demo comercial,
escribe documentos comerciales (sitios web, presentaciones, hojas de caracterÃsticas) y
contrata a una agencia de publicidad (relaciones públicas).
En esta etapa, o para hacer la
primera prueba, tradicionalmente se contrata a un VP (vicepresidente) de ventas o director
comercial.
Entretanto, ingenierÃa se centra en concretar las caracterÃsticas y luego en construir el
producto. La etiqueta «desarrollo de productos» tÃpicamente abarca un proceso en «cascada»,
«espiral» o incremental de pasos entrelazados, todos ellos buscando minimizar el riesgo de
desarrollo de un conjunto de caracterÃsticas ya definidas (Figura 7). Este proceso comienza
con la visión del creador del negocio, que podrá ser ampliado en un DRM (y en un documento
de requerimientos del producto) y se detalla aún más con especificaciones técnicas.
Con todo
eso en la mano, los ingenieros comienzan el proceso de creación ayudados por pizza frÃa y
largas noches y fines de semana de arduo trabajo. Una vez que se inicia un proceso en
cascada, el tren de la sabidurÃa sale de la estación y será casi imposible revisar el
producto posteriormente. Como regla general, ese «tren» puede funcionar casi sin
detenerse durante dieciocho o tal vez veinticuatro meses o más, sin paradas por cambios o
nuevas ideas y sin importar lo buenos que éstos puedan ser para el negocio.