Etapa de conceptos e ideas.
En la fase conceptual y de ideas, los creadores de startups capturan su pasión y visión de un
negocio, a veces en una simple servilleta, y las convierten en una serie de ideas clave que a
su vez se transforman en el esbozo del plan de negocio.
A continuación, se definen las cuestiones relacionadas con el producto.
− ¿Cuál es el concepto del producto o servicio?
− ¿Cuáles son las características y los beneficios del producto?
− ¿Se puede construir?
− ¿Se necesita más investigación de carácter técnico?
− ¿Quiénes serán los clientes y dónde se les puede encontrar?
− La estadística y los análisis de mercado y unas pocas entrevistas a los clientes
impulsan el plan de validación y de negocios.
Este paso también produce una primera suposición sobre cómo el producto llegará finalmente
al cliente, incluyendo reuniones sobre diferencias competitivas, canales de distribución y
costes.
Un gráfico de posicionamiento inicial muestra la empresa y los beneficios para los
inversores o para la alta dirección.
Al plan de negocio se incorporan entonces el tamaño del mercado, las secciones sobre
competencia y finanzas, con un apéndice que contiene hojas Excel con las previsiones de
ingresos y gastos. Escritura creativa, pasión y suelas de zapato se combinan en la fase de conceptos e ideas con la esperanza de convencer a un inversor para financiar la empresa o la
nueva división.
Webvan hizo todo esto extremadamente bien.
Fundada en diciembre de 1996, con una
historia convincente y un empresario con experiencia, Webvan recaudó 10 millones de
dólares de los principales inversores de Silicon Valley en 1997. En los dos años siguientes,
rondas adicionales de capital privado hicieron llegar la cifra hasta un increíble total de 393
millones de dólares antes de la salida a bolsa de la compañía.