Transferibilidad.
Cada proyecto de emprendimiento es un ensayo sobre lo que supone vivir como
adulto, no sólo a nivel profesional sino también a nivel personal. Ese ensayo que se lleva a cabo acompañado de los educadores, a pequeña escala produce
unos frutos importantes en el aprendizaje de la competencia de iniciativa y
autonomía personal, del resto de competencias y de los conocimientos que se
han propuesto en la planificación.
Pero los proyectos ganan en eficacia cuando
se estimula la reflexión final sobre lo que se ha vivido y se proponen otras experiencias de carácter similar en contextos diversos donde los alumnos puedan
transferir de manera creativa lo aprendido.
Se aprende a emprender desde una edad muy temprana. La estimulación del
pensamiento creativo, la capacidad de liderazgo, la autonomía y la gestión de
proyectos con eficacia e implicación se hace desde la educación infantil. La
planificación de iniciativas organizadas desde las primeras etapas educativas
permite ganar en eficacia e incide en las habilidades básicas de cada individuo.
La colaboración entre profesores y centros de las diversas etapas, las
programaciones verticales de contenidos y competencias, las agrupaciones
flexibles que cuenten con alumnos de diferentes edades son formas de contribuir a la sistematicidad de las iniciativas.
![Tan Generador, Tan Lista](https://cdn.pixabay.com/photo/2020/01/24/08/33/tan-generator-4789656__340.jpg)