El tipo de mercado.
Para algunas startups, la decisión sobre el tipo de mercado está bastante clara. Al entrar en
un mercado que tiene un montón de competidores, ya sean smartphones, redes sociales,
medidores de glucosa, o aviones, la decisión ya está hecha: es un mercado ya existente. Por
otro lado, si una empresa inventa una nueva clase de producto que nadie ha visto antes,
probablemente es un nuevo mercado. Sin embargo, la mayorÃa de las empresas pueden
permitirse el lujo de elegir el tipo de mercado.
Entonces, ¿cómo tomar esa decisión? Algunas
preguntas sencillas ayudan a dar el primer paso en el proceso:
¿Existe un mercado consolidado y bien definido con un gran número de clientes?
¿Los clientes conocen el nombre del mercado y existe competencia?
¿El nuevo
producto tiene una ventaja (mejor rendimiento, prestaciones, servicio) sobre los
competidores? Si es asÃ, es un mercado ya existente.
¿Algunos clientes de un mercado ya existente quieren comprar un producto
diseñado especialmente para sus necesidades? ¿Incluso aunque cueste más?
¿Incluso aunque fuera peor en algún aspecto del producto que sea irrelevante para
esos clientes o nicho? Si es asÃ, hay que pensar en una estrategia de nicho para
volver a segmentar el mercado.
Otro tipo de estrategia de cambio en la segmentación de un mercado responderÃa
a la pregunta:
¿hay clientes en el extremo inferior de un mercado ya existente que
comprarÃan un producto con caracterÃsticas «lo suficientemente buenas» si lo
pudieran conseguir por un precio sustancialmente más bajo? Si es asÃ, hay que
volver a segmentar el mercado con una estrategia de bajo coste.
− Sin un mercado establecido y bien definido es evidente que no hay clientes o
competidores existentes y por tanto se está creando un nuevo mercado.