IDEAS PRICIPALES.
Aprender a emprender es sencillamente recordar que el proceso en sí implica altibajos. Idea que detonó mi frase:
“Tu mente debe ser lo suficientemente estratégica como para transformar el fracaso en tu siguiente escalón.”
Cuando una persona tiene una idea de negocio y la desarrolla pasa en muchas ocasiones por un estado de optimismo y excitación, gracias al cual acumula la energía necesaria para empezar con los trámites y gestiones previos a la iniciación de la actividad. En esa fase es muy corriente confundir la proyección que en nuestra mente se hace de la empresa,- funcionamiento y evolución deseada-, con la que en nuestro mundo competitivo y real efectivamente se producirá.
Pero mantenernos en ese estado puede no ser bueno para el proyecto de nueva empresa, ya que ésta necesita de un alto componente de capacidad de crítica y de pesimismo para no bajar del cielo a la tierra en el momento más delicado del proceso, cuando es ya demasiado tarde. Por tanto, antes de emprender necesitamos saber que además de la creatividad necesaria para parir y desarrollar una idea de negocio, necesitamos ser totalmente conscientes de que debemos prever, además de las fortalezas, oportunidades y ventajas, los inconvenientes, los problemas, las debilidades y amenazas que tenemos o podemos tener.