Producto Viable Mínimo (PVM).
El Producto Viable Mínimo es la parte final de este primer resumen sobre la propuesta
de valor. Consiste en una síntesis del conjunto más pequeño posible de características que
podrían funcionar como producto independiente resolviendo al menos el problema
«principal» y demostrando el valor del producto.
El Producto Viable Mínimo es:
− Una táctica para recortar horas de ingeniería malgastadas.
− Una estrategia para poner el producto en las manos de los primeros evangelistas tan
pronto como sea posible.
− Una herramienta para producir el máximo aprendizaje de los clientes en el menor
tiempo posible.
Se debe iniciar el resumen sobre el Producto Viable Mínimo con la definición de lo que debe
aprenderse y de quién. En el proceso de desarrollo de clientes nos entrevistaremos con un
grupo muy reducido de primeros clientes visionarios y entusiastas para poder guiar a
desarrollo de productos hasta que surja un modelo de negocio rentable.
Cuanto antes esté en
sus manos el PVM, antes se pueden obtener sus comentarios. En lugar de preguntar
explícitamente a los clientes sobre la función X, Y o Z, se puede llegar a concretar el PVM
preguntando: «¿Cuál es el problema más pequeño o menos complicado que el cliente nos
pagaría por resolver?»