LA IDEA.
Tienes una idea que te gusta pero no sabes cómo ponerla en práctica. Hay otra que parece buena, pero necesitas demasiado dinero para empezarla. Finalmente está la que te encanta pero no es rentable.
Pasas horas debatiendo sobre cuál escoger.
Esperas un momento de sincronicidad y misticismo, cuando las estrellas se alineen, se te prenda el foco y el universo te mande una señal indicando el camino correcto.
Siento romper tu burbuja, pero los buenos negocios no caen del cielo. De hecho, ni siquiera necesitas una buena idea para emprender. Haz la prueba. Ve a google y busca “Ideas redituables para iniciar un negocio”. Vas a encontrar cientos de opciones.
Y luego ¿Qué haces con ellas? ¿Cómo las pones en práctica?
Soluciones.
Sólo hay una forma de comprobar si tus ideas son buenas o malas: sácalas de tu cabeza y ejecútalas.
Cuando te encuentres diciendo “No puedo porque…” “Lo haría, pero,,,”, date un baño de realidad. Si te empeñas en crear pretextos para evitar la dificultad, jamás vas a tener un negocio.
Da lo mismo si triunfas a fallas con este primer intento. Lo importante es que salgas de tu cabeza y pongas las ideas en acción.
La mayoría de la gente piensa que el dinero es la solución a todos sus problemas, que si tuvieran una montaña de efectivo, mágicamente también tendrían un negocio:
- Quiero iniciar un negocio – Voy a invertir
- Necesito publicidad – la pago
- Necesito una página web – contrato un diseñador para que la haga.