sábado, 2 de mayo de 2020

Prepararse para vender

Prepararse para vender.


En la mayoría de las startups, el equipo creador del negocio está orientado al producto y rara vez incluye a un profesional de ventas. Y aunque los socios fundadores suelen hacer muy bien solos la búsqueda de primeros evangelistas, a menudo carecen de la habilidad o experiencia para convertir esas relaciones en pedidos. 

Con la puesta en marcha de las acciones comerciales es el momento de determinar sinceramente si el equipo fundador tiene la experiencia necesaria para cerrar ventas. ¿El equipo sabe cómo negociar con un comprador o un responsable de compras? ¿Sabe negociar los términos del acuerdo con un responsable financiero? ¿Los fundadores están dispuestos a arriesgar la empresa confiándola a su capacidad para cerrar la primera venta? Si no es así, es el momento de contratar a un responsable comercial.

Un responsable comercial no es un vicepresidente de ventas que quiere construir y gestionar una gran organización de ventas a toda prisa. Los buenos responsables de ventas son agresivos, les gustan los mercados sin hacer, quieren una gran compensación si consiguen el éxito y no tienen interés en crear una organización de ventas. 
Estos profesionales normalmente son vendedores expertos que trabajan con startups no sólo por sus contactos en el mercado objetivo, sino también por su extraordinaria capacidad para escuchar, para reconocer patrones y de colaboración. Les gusta encontrar nuevos mercados y cerrar ventas, y no están dispuestos a sentarse detrás de un escritorio. 

Y aunque el responsable comercial sea una parte integral de la validación de clientes, los creadores del negocio y el consejero delegado todavía tienen que liderar activamente el proceso. Juntos, los fundadores y el responsable comercial, forman el núcleo del equipo de desarrollo de clientes. Su trabajo es encontrar y aprender información suficiente para construir las hojas de ruta para vender y para construir los canales.
Lanzarse a recorrer el proceso de validación de clientes sin un responsable comercial puede tener sentido mientras no se paralice el progreso. Si llega ese momento, hay que contratar a ese profesional. 

El valor de éste es incalculable si consigue reuniones, realiza seguimientos y cierra ventas. Eso sí, contar con un responsable comercial de ninguna manera evita a los socios fundadores tener que seguir hablando personalmente con los clientes.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario