Sobre el posicionamiento.
Antes de que la empresa gaste tiempo creando el posicionamiento, es una buena idea ventilar
la sala de reuniones y salir a obtener algunos datos. La mejor manera de hacerlo es con una
auditorÃa sobre el posicionamiento. Esta auditorÃa es una forma imparcial de saber cómo
perciben los demás a la empresa y a sus productos. Una auditorÃa externa entrevista a un
conjunto representativo de personas pertenecientes a varias categorÃas, incluyendo a clientes
que conocen o han oÃdo hablar de la empresa y los que no; los que hablan de la empresa
(analistas, blogueros, miembros de la prensa y otras personas influyentes del sector);
competidores y otros que conocen el sector o el mercado.
Cada entrevista pregunta a estos grupos sobre cómo perciben a la empresa y a sus principales
competidores: ¿conocen y respetan al producto, su reputación y su liderazgo? ¿Creen que la
empresa es un proveedor fiable y capaz de realizar el producto o servicio que está vendiendo?
¿Dónde piensan que el producto encaja entre la competencia? Los resultados permiten construir la base de la percepción que otros tengan de la empresa.
Una vez entendido lo que piensan otros (habitualmente supone una sorpresa para la mayorÃa
de las startups, que sólo respiran el aire enrarecido de sus propias salas de reuniones), la
empresa puede trabajar para cambiar y dar forma a esas opiniones. Un ejemplo de
cuestionario para realizar una auditorÃa externa a los clientes, medios, personas influyentes o
prescriptores y analistas.
Aunque la realización de auditorÃas es el tipo de actividad que las agencias de comunicación
hacen muy bien, permitir que las startups les cedan esta función por completo es un error
grave. Al igual que las llamadas de ventas iniciales eran demasiado importantes para que las
hicieran los vendedores o comerciales, las primeras auditorÃas son demasiado importantes
para que las realice una agencia de comunicación o de relaciones públicas externa. Los
miembros del equipo creador del negocio deben realizar personalmente al menos las primeras
cinco o diez llamadas.
Pero escuchar las opiniones externas a la empresa es la mitad de esta etapa de auditorÃa.
Escuchar las opiniones que se producen en el interior de la empresa es la otra mitad. Una
auditorÃa interna hace las mismas preguntas a los ejecutivos que forman parte del equipo
fundador y a los miembros del consejo. La mayorÃa de las startups suponen que hay
unanimidad interna total sobre todos los temas que se analizan con la auditorÃa externa.
Una
auditorÃa interna probablemente revelará que dentro hay una diversidad de voces (y lo que es
seguro es que los fundadores deberÃan estar sintonizados con los inversores), y asimismo
debe hacer visibles esas diferencias y poner de manifiesto nuevas ideas. Cuando la empresa
acuerde una posición final al terminar esta fase hay que comunicar esa posición a toda la
organización para que hable con una sola voz.